


Seguro que ya habéis oído alguna vez que tener la compañía de un animal doméstico puede mejorar nuestra salud. Unos científicos han demostrado que tener un perro es más saludable que tener un gato. Según ese estudio, los dueños de perros presentan una tensión arterial inferior y mejores niveles de colesterol, posiblemente gracias a los paseos regulares con sus amigos de cuatro patas.
Un estudio publicado en 1995 encontró que los dueños de perros tenían un 8,6 % más de probabilidades de seguir viviendo normalmente después de un año de un infarto que los que no poseen un perro.
Un estudio reciente en Israel concluyó que los animales pueden ayudar a la gente que padece esquizofrenia a sentirse mas tranquila y mas motivada, además los perros pueden ayudar a los niños crónicamente enfermos a soportar los procesos dolorosos de curación de enfermedades.
Resumiendo, los perros mejoran nuestra vida.
Las fotos son de Duna (Labrador retriever) y Elio (Rhodesian ridgeback), dos perros que han repartido mucha felicidad.
Como decía alguien, si los perros no van al cielo, cuando me muera, quiero ir a donde van ellos.
Un besín para Elio, que es allí donde nos está esperando.