
La asertividad es esa habilidad que nos permite expresar nuestros pensamientos y opiniones de modo sincero y claro, al tiempo que respetamos los pensamientos, sentimientos, creencias y opiniones de los demás.
En definitiva, es asertiva la persona que conoce y defiende sus derechos asertivos, al paso que reconoce y respeta los derechos asertivos de los demás. Lo que ocurre es que, desde muy pequeños, nos inculcan creencias erróneas, contra las que nos pasamos luchando el resto de nuestra vida de adultos.
Para que a nadie se le olviden estos derechos asertivos que poseemos todos, aquí están los que enumeró Smith (1975):
1º. Tenemos derecho a juzgar nuestro propio comportamiento, nuestros pensamientos, nuestras emociones y a tomar la responsabilidad de su iniciación y sus consecuencias.
2º. Tenemos derecho a no dar razones o excusas para justificar nuestro comportamiento.
3º. Tenemos derecho a juzgar si nos incumbe la responsabilidad de encontrar soluciones para los problemas de otras personas.
4º. Tenemos derecho a cambiar de parecer.
5º. Tenemos derecho a cometer errores... y a ser responsables de ellos.
6º. Tenemos derecho a decir "no lo sé".
7º. Tenemos derecho a ser independientes de la buena voluntad de los demás antes de enfrentarnos con ellos.
8º. Tenemos derecho a tomar decisiones ajenas a la lógica.
9º. Tenemos derecho a decir "no lo entiendo".
10º. Tenemos derecho a decir "no me importa".
Próximamente, publicaremos el
Decálodo del manipulador, para saber reconocerlo, estar alerta y poder ser más asertivos que nunca con ellos.
No es que este blog se haya convertido en un blog de autoayuda. Es más bien que la asertividad es una habilidad que debemos potenciar en nuestras actividades educativas, por tanto, también en la Educación Ambiental.